Las novedades son escasas, pero hay mucho que observar y, quizás, desgastar en la obra de Kika Alvarenga. Es una de las pocas diseñadoras que elabora a mano el prototipo de las joyas, listas para el posterior acabado. Comenzaste tu negocio en 2017 y trabajas en Belo Horizonte, la capital brasileña del estado de Minas Gerais, la segunda área más poblada de Brasil y, sobre todo, donde hay numerosas minas de gemas. Además, se sabe que Kika Alvarenga se graduó de la Universidad de Artes de Central Saint Martins en Londres y, como se desprende inmediatamente de sus joyas, tiene una atención particular a las piedras semipreciosas, como las turmalinas.
Para sus colecciones, la diseñadora también utiliza tanto la plata como el oro, a veces rodiado, pero su trabajo se concentra en las piedras. Le encanta resaltar el color de las gemas, pero también las imperfecciones. Una pasión que le nació tras un viaje a Diamantina, en Minas Gerais, donde vio de cerca una mina de oro y quedó fascinada por las historias y herramientas utilizadas en la extracción de las piedras.