Pasó de la consultoría en el sector orgánico al negocio inmobiliario, a la asesoría en finanzas, hasta desarrollar su pasión: aviones y barcos. Para ello fundó Kryl, una nueva marca de joyería. Vale, aparentemente son actividades muy distintas, pero el fundador y CEO de Kryl, Lorenzo Marchesini, ha decidido trasponer idealmente su percepción de la naturaleza durante los viajes, como la translucidez del mar y el aire, en las joyas de la nueva Maison, que tiene su sede en Milán.
En definitiva, la marca es un nuevo proyecto que parte de muchas ideas innovadoras: el oro, protagonista de las colecciones, se utiliza en hojas de 24 quilates, o el platino, sumergido en resina transparente. Las pulseras, colgantes y anillos, por lo tanto, parecen llevar fragmentos en una disposición aleatoria y son diferentes entre sí. Actualmente, las joyas Kryl están disponibles en los grandes almacenes La Rinascente de Milán y en las esquinas de las joyerías del Hotel Four Seasons, también en Milán, en Porto Cervo, Porto Rotondo, Cortina y Bolonia. Precios indicativos: pulsera de cuero engastada con un paralelepípedo en resina y oro 360 euros, mismo precio para el anillo de la colección Icon.