¿Es posible producir joyas y, al mismo tiempo, ser útiles a la sociedad? Una empresa veneciana, D’orica, demuestra que esto es posible. D’orica, de hecho, es la primera empresa B Corp del mundo del sector de la orfebrería a nivel industrial. Y no es una novedad reciente: la certificación se persiguió en 2019. Para los no iniciados, B corp indica una certificación de empresa de beneficio, con desempeño social y ambiental. En definitiva, negocios, pero con atención a los temas sociales y medioambientales. Una estrategia que también es posible porque la empresa con sede en Vicenza gestiona toda la cadena de suministro y todos los procesos de producción, desde el lingote de oro puro hasta la joya acabada.

Los fundadores de D’orica son Giampietro Zonta y Daniela Raccanello, apoyados hoy por su hijo Federico, se han enfocado en verificar que el oro utilizado sea de origen certificado y rastreable, para asegurar que no provenga de la explotación de personas y recursos. Además, la producción de joyas utiliza energía obtenida de fuentes renovables y con el tiempo las emisiones de CO2 se han reducido significativamente. De nuevo: el uso de materiales biodegradables y reciclables ayuda a reducir el consumo de plásticos. Las joyas de la marca veneciana son completamente modulares en la elección de ambos materiales (oro blanco, rosa, amarillo o marrón) y peso en quilates (8, 9, 10, 14, 18, 21 y 22 quilates). En Vicenzaoro la empresa también presentó la nueva colección Gala.



