Una esmeralda colombiana clásica de forma hexagonal con una historia de aventuras y otras grandes piezas en subasta en Sotheby’s ♦
Las esmeraldas suelen ser cortadas con una forma aproximadamente rectangular. Las excepciones son raras. Una de ellas es la esmeralda de Stotesbury, una de las piezas puestas a subasta en las magníficas joyas de Sotheby’s en Nueva York el 25 de abril. Pero el aspecto más sorprendente es que, junto a la rara forma hexagonal de esta piedra, Encantadora historia. La esmeralda colombiana de 34,4 quilates, que tiene una estimación de ventas de entre 800.000 y 1,2 millones de dólares, se remonta a un camino que comenzó en 1908, cuando Cartier lo usó como collar heredero de un imperio minero, Evalyn Walsh McLean.
La esmeralda se combinó con un diamante de 94,8 quilates. Tres años más tarde, la casa parisina y la señorita Walsh McLean, sin embargo, han iniciado una disputa que terminó en 1912 con la esmeralda recuperó el control de Cartier. Entonces la piedra fue comprada por Eva Stotesbury (de ahí el nombre), esposa de un banquero rico de Filadelfia. En 1946 la familia vendió la piedra al joyero de Nueva York Harry Winston, que ha montado el anillo y lo ha vendido a Bonfils Stanton, otra dama de la alta sociedad. Fue vendido otra vez y ha sido parte de una colección privada desde 1971.
La esmeralda Stotesbury, en cualquier caso, no es la única pieza de la clase barra. Hay, por ejemplo, 12 piezas históricas del diseñador Louis Comfort de Tiffany. O debe notarse un anillo con un diamante raro de 1,64 quilates Fancy Vivid Green, y un anillo de crossover conjunto con dos Fancy Vivid Blue diamante. Además de piezas valiosas son un par de pendientes con diamantes cuadrados de corte esmeralda, ambos de más de 20 quilates y clasificados como color D, Internamente impecable, de tipo lla con excelente acabado y simetría. Federico Graglia