Artritis reumatoide, fibromialgia, síndrome de Raynaud y colitis. No parece una imagen especialmente agradable. Pero las consecuencias de un viejo accidente automovilístico fueron, paradójicamente, el resorte que empujó a Joie DiGiovanni, nacida en Filadelfia y con un nombre que indica orígenes familiares en Italia, a enfocarse en la joyería. En 2013, Joie lanzó su marca mientras trabajaba en ventas para una cadena de ropa. Objetivo: ofrecer joyas de calidad, pero aptas para prendas no formales, divertidas, coloridas. Después de tres años de rodaje, la marca despegó también gracias a la estética personal elegida para las joyas.
En el centro del trabajo de Joie DiGiovanni se encuentran collares y pulseras de colores hechos con esferas de rubíes, esmeraldas y zafiros, piedras facetadas seleccionadas a mano de alta calidad, montadas en oro de 14 quilates. Las gemas están unidas por un hilo irrompible: un collar largo puede envolverse en varias vueltas sin miedo a romperse. La idea de utilizar una paleta tan amplia también ofrece la posibilidad de infinitas variaciones. Las perlas barrocas a menudo se agregan a las piedras. Otra de las características del diseñador es la propuesta de joyas alternativas, por ejemplo las que tienen el diseño de la hoja de cannabis, en oro y diamantes.
Otro aspecto médico, sin embargo, concierne a Dara, la hermana menor de Joie que se unió a la compañía como asistente de producción. Dara fue diagnosticada con el síndrome de Asperger y hoy las hermanas están involucradas en ayudar a las comunidades que brindan servicios continuos a los niños con este trastorno.
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