Amuletos de la suerte, pulseras modulares, colgantes alegres y preciosos: las joyas de Aaron Basha, Nueva York ♦
En 1950, el Oriente Medio de Aaron Basha no era el Oriente Medio que es hoy. Era un joven joyero nacido en una familia que abastecía a los ricos y a la realeza, decidido a conquistar el Nuevo Mundo, es decir, América. Lo logró. Especializado en colgantes para collares y pulseras, conquistó no sólo Nueva York, sino también Hollywood: muchas estrellas de cine lucieron sus joyas, consideradas vagamente hippies (pero lujosas). Hoy la marca Aaron Basha está liderada por Regina Basha, la nueva generación de la familia.

Desde Oriente, la marca ha importado formas e imágenes comunes en su mundo de origen, como los ojos anti-mala suerte, que se han puesto de moda. El diseño de los charms y colgantes no es especialmente innovador si lo vemos desde una perspectiva europea, pero por otro lado los elementos están hechos de piedras preciosas y oro cuidadosamente seleccionados.

De hecho, el fundador Aaron Basha sabía cómo hacerlo: nació en la tercera generación de una familia de comerciantes de joyas y aprendió el arte de cortar diamantes cuando era joven. Gracias a su profundo conocimiento del oficio fue capaz de combinar colecciones populares, como la contra el mal de ojo, con la calidad que requiere un público dispuesto a gastar incluso muchos miles de dólares por un solo colgante. Como en el caso de una de sus colecciones más famosas, que retoma la forma de los zapatos de los pequeños niños: concebida para celebrar el nacimiento de su primer nieto, ha convencido a quienes quieren hacer un regalo precioso dedicado a la maternidad y a la familia.



