Joyas italianas en el mundo: una de las muchas empresas que exporta la mayor parte de su producción es Fiore Roberta. La empresa de joyería que dio vida a la marca con sede en Bassano del Grappa (Treviso, Italia) nació en 1989 de la iniciativa de Pietro Fusaro, maestro modelador orfebre. A la actividad, anteriormente reservada solo para terceros, se sumó la de joyería con marca propia. Son joyas sencillas, fáciles de llevar y con un estilo que podría definirse universalmente: pulseras de tenis, anillos tipo eternidad, collares con grandes óvalos a modo de colgante central.
La idea inicial fue crear joyas artesanales utilizando imaginación, estilo y pasión por los detalles adquiridos gracias a la experiencia adquirida trabajando con grandes empresas del sector. El negocio fue continuado por los hijos del fundador, Mirko y Andrea, que crearon la marca Fiore Roberta en 2006. La empresa todavía utiliza exclusivamente la artesanía, con el uso de oro de 18 quilates y piedras preciosas, por ejemplo, en las colecciones Archetti y Altair.