Empezamos a desvelar un secreto: el nombre. Muchos se han preguntado esto, pero solo unos pocos sicilianos han logrado comprender el significado de la marca Icudal. Lo hacemos: hay que leer la palabra al revés: se convierte en Laduci. Aun así, no dice mucho a las personas que no son sicilianas. El duci en siciliano significa dulzura y es un dicho muy común. Dulzura que la creadora de este puzzle, Valeria Gurgone, identifica con su tierra, Sicilia, y en concreto con la ciudad de Marsala donde tiene sus raíces. Sin embargo, trabaja en Lucca (Toscana), después de estudiar diseño de joyas en el IED de Milán, un máster de primer nivel en Ingeniería de Joyería en el Politécnico de Turín y algunas experiencias laborales como diseñadora en Milán y Valenza Po.
El salto cualitativo de ella como fundadora de su marca de joyería se produjo en 2015, con un showroom y laboratorio en el centro de la localidad toscana. Apasionada del diseño, con predilección por Philippe Starck, Valeria Gurgone modela joyas de manera tradicional, desde el boceto hasta el modelo en cera. Ofrece joyas en bronce, plata y oro, a veces con la adición de gemas. Trabaja a dos niveles: joyería, incluso a medida, de línea sencilla con un toque de personalización, por ejemplo para anillos de compromiso, o con piezas escultóricas, en las que se miniaturizan figuras icónicas o formas de animales, como el león. Una señal de que la dulzura también puede inspirar respeto.