De Nueva York a Milán: las joyas de Lauren Christy entre América y Italia.
Hay quienes, con razón, ven a Nueva York como una de las ciudades más creativas del mundo. Pero también hay quienes vinieron de los Estados a Milán para aprender los secretos de la joyería. Es el camino de Lauren Christy, que después de cinco años en Nueva York, donde trabajó para joyeros como Philip Crangi y Carol Workinger, se trasladó a la ciudad de Lombardía, al norte de Italia, donde asistió a la Escuela Goldsmith Ambrosiana. La experiencia la disfruta y Milán se convierte en la base donde hace y diseña sus joyas. Son piezas de oro de 9 quilates, o plata, y latón, con la adición de piedras como granates, ágatas o moissanita. ¿Estilo? Muy personal. Ella dice que sus colecciones están inspiradas en la naturaleza, el mar, en Italia y en su historia, con un diseño sencillo e intemporal. En cualquier caso, los vende en línea o directamente en los Estados Unidos: un ejemplo curioso, donde Made in Italy tiene un pasaporte americano.