La princesa Elizabeth von Thurn y Taxis usa súper joyas para la subasta de Sotheby’s ♦ ︎
Pasó su infancia en el gran palacio con 500 habitaciones de San Emmeram en Ratisbona, Baviera. En el interior, la princesa Elizabeth von Thurn y Taxis creció junto con la gran colección de arte contemporáneo de su madre, la princesa Mariae Gloria. Nobleza, arte, riqueza. No sorprende que Sotheby’s le haya pedido a Elizabeth von Thurn y Taxis que usen las Joyas Magníficas que irán a la subasta en Ginebra el 13 de noviembre.
Entre las 450 piezas en venta hay joyas de época, de la década de 1920, pero también contemporáneas. Ya hemos hablado sobre la pulsera Art Deco hecha por Cartier en 1927, engastada con un cabujón de zafiro birmano con un peso de 46.07 quilates y dos diamantes de 8.60 y 9.27 quilates.
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También con la preciosa piedra azul, se hace un broche Cartier en forma de abanico de 1937, con un zafiro de 9,29 quilates tallado en cojín, otros zafiros de diferentes tamaños y diamantes y baguette de talla brillante. Igualmente precioso, de nuevo por Cartier, es un collar de tiara de la década de 1930. El panel central es desmontable, perforado, entre una serie graduada de palmetas y motivos de punta de flecha, engastados con corte circular y diamantes en forma de cojín. Además de convertirse en un collar, el elemento central se puede separar y transformar en un broche.
Y siempre por Cartier, con fecha de 1227, se encuentran el colgante / broche de esmeraldas y un imponente collar de los años setenta, también de esmeraldas y diamantes. Un collar Bulgari, también de los años setenta, con diamantes y zafiros también es muy fuerte. No faltan las piedras de colección: la parte superior es un diamante azul de 3 quilates montado en un anillo. Se estima entre 7 y 4,7 millones de francos suizos. Para la joyería contemporánea, están los pendientes firmados con jarra con amatista, zafiro de Ceilán y diamantes. Federico Graglia