Tiburones, panteras, pero también flores: Jordan Askill, un diseñador con sede en Nueva York, ha traído parte del espíritu salvaje de su Australia a la ciudad estadounidense. Pero, en realidad, no está vinculado a las tradiciones, sino al placer de inventar: en 2015 ganó el Premio Británico de la Moda por el Diseño de Accesorios Emergentes y en 2016 fue nombrado miembro del Consejo de Diseñadores de Moda de América.
Nacido en Sydney, en 2000 se mudó a Londres, donde fue pasante de Alexander McQueen. En 2004, Askill fue invitado a unirse al equipo de diseño de Dior Homme en París y cuatro años más tarde decidió fundar su marca de joyas. Pero también ha colaborado con casas de moda y la marca danesa Georg Jensen, así como con Gemfields, Meadham Kirchhoff, The International Palladium Board, Topshop y Swarovski. No solo eso: también dirige y desarrolla cortometrajes e instalaciones de video. Sus piezas son escultóricas y, como es lógico, también utiliza el sistema de impresión 3D para llegar a sus creaciones: una creatividad multitarea. Temas relacionados con la naturaleza, como las flores de la viola Canadensis, son la fuente de inspiración para sus colecciones.