Primavera, naturaleza, sostenibilidad: tres ideas que hicieron florecer la nueva colección de Anabela Chan. La serie de pendientes y broches de la colección Blooms se creó con una idea revolucionaria: están hechos con aluminio reciclado. El metal es el de las latas de bebidas. Reutilizado y combinado con oro y gemas creadas en el laboratorio, se convierte en un material para joyería refinada. Juzgue usted mismo: solo mire estas imágenes para comprender que reciclar incluso los materiales más humildes puede convertirse en un lujo sostenible.
El proyecto, explica la diseñadora de Hong Kong con sede en Londres, ha durado dos años y medio, desde 2017. Antes de llegar a este resultado excepcional, Anabela Chan experimentó con muchos intentos en los procesos de fusión y refinación de latas de aluminio, que expiró a una temperatura de 600 grados centígrados. Y luego, después de transformarse en barras de metal, se usa en combinación con el método artesanal tradicional de fundición a la cera perdida. El metal adquiere colores intensos, a veces iridiscentes.
Las joyas luego tomaron la forma de flores exuberantes, con la adición de gemas sintéticas, pero de calidad, a menudo con un corte inusual, como el trilliant. Los elementos fueron trabajados a mano, individualmente. Incluso la elección del uso de piedras preciosas sintéticas se decidió realmente por respeto a la naturaleza y las condiciones de quienes trabajan en la extracción. De hecho, Anabela Chan dice que se sorprendió después de una visita a las minas de Sri Lanka.