Las joyas del templo St. Clair, desde Virginia hasta Florencia, pasando por el Renacimiento y la naturaleza ♦ ︎
Desde Florencia comenzó hace más de 30 años. Y en Florencia acaba de regresar, justo en el Ponte Vecchio, con su primera tienda italiana. La marca de joyería fina Temple St. Clair, fundada en la capital toscana en 1986, ha llegado al centro histórico de la ciudad gracias a una asociación con la familia de joyeros florentinos Vettori. Nacida en Virginia (EE. UU.), después de estudiar en Suiza, Temple St. Clair descubrió en los artesanos florentinos la capacidad que es el resultado de una tradición de siglos de antigüedad. Gracias a su enseñanza, la diseñadora fundó su empresa en 1986 en Florencia.
Le encanta la ciudad toscana: tiene un título en estudios italianos en el Smith College y una maestría en literatura del Renacimiento italiano en el Middlebury College. Pero también ama la naturaleza: en noviembre decidió donar el 20% de los ingresos de las ventas de comercio electrónico a la Big Life Foundation en África: es una organización sin fines de lucro dedicada a proteger un vasto territorio de naturaleza salvaje en África Oriental que emplea a cientos de guardabosques masai locales en sus programas contra la caza furtiva, entre otras iniciativas de conservación.
Pero además de la capacidad de trabajar con oro, Temple St. Clair tiene una sensibilidad particular en el uso de piedras.
Le encantan los colores translúcidos y evasivos, como los de la piedra lunar utilizada en la colección Silk Road. Pero también busca gemas raras, como la ópera negra australiana Lightening Ridge, Paraiba turmaline, tsavorite. En 2017, Temple St. Clair fue elegido, junto con mitos como Louis Comfort Tiffany y Alexander Calder, como el tercer diseñador estadounidense de joyas representado en la colección permanente del Museo de Artes Decorativas en el Louvre de París. ¿Necesitas agregar más?