El deseo, según la definición que se encuentra en el diccionario, es un sentimiento agudo de necesidad de lograr u obtener lo que se cree indispensable para la satisfacción de las propias necesidades físicas, en particular las referidas a la esfera sexual o espiritual. ¿Y quién en el mundo no tiene deseos? De hecho, los deseos suelen ser mucho más numerosos de lo que podemos satisfacer. Pero hay un aspecto que (casi) no conoce límites en la consecución de deseos: el de las joyas. Es cierto que las muy caras tal vez sean inalcanzables, pero los deseos de joyas más accesibles pueden satisfacerse.

Quizás Brosway estaba pensando en esto cuando lanzó la colección Desideri (deseos). La colección se compone de cadenas de acero en color natural, o con acabado dorado formadas por multitud de pequeñas esferas. También se añaden circonitas cúbicas azules, blancas o moradas a pulseras y collares. Deseos que se pueden conseguir con un presupuesto limitado a 24, 29 o 39 euros.



