Venecia ha inspirado a poetas, pintores, músicos. Pero también joyeros y diseñadores. Sin embargo, en el caso de la danesa Sophie Bille Brahe, Venecia no fue la musa, sino Murano. La isla cerca de la ciudad de la laguna es famosa por sus talleres de artesanía en vidrio. Y son precisamente los artesanos-artistas de Murano, quienes trabajan el material delicado, que Sophie Bille Brahe ha decidido combinar perlas y esferas de vidrio, en una mezcla inusual y refinada.


Ella divide sus joyas en dos líneas amplias: perlas y diamantes. En ambos casos, ella usa ese diseño simple e inteligente que es típico de los países nórdicos. Las perlas a menudo se usan en grupos con volúmenes siempre cambiantes, mientras que los diamantes están alineados con un rivière que proporciona movimiento a la composición. Simple, pero efectivo.





