¿Cómo hacer una nueva joya? Simple: con una selfie. O a través de Facebook, Instagram o Twitter. En esta era digital compuesta por imágenes e información compartida, muchos diseñadores británicos y estadounidenses publican sus creaciones en línea y reciben comentarios diarios sobre las nuevas colecciones. Pero solo los más sabios han convertido la tecnología en un recurso, dejando a los consumidores la capacidad de integrarse en su proceso de diseño y la creación de nuevas líneas. ¿Resultado? La fotografía de compradores deambulando por los stands de una feria buscando la colección adecuada para sus clientes es una pista. Porque este trabajo ya puede haberse realizado en parte. Desde Twitter, Instagram y Facebook, que algunos identifican como la santísima trinidad del marketing gratuito. No es sorprendente que un número creciente de joyeros artesanales publiquen fotos y preguntas para recibir comentarios de la comunidad en línea sobre proyectos nuevos o potenciales. Jóvenes diseñadores, como Emmanuel Tarpin, Tomasz Donocik o Daniela Villegas (para dar solo algunos ejemplos) usan las redes sociales de manera rentable y reciben valiosos comentarios.
Entonces reciben docenas, a veces incluso cientos de respuestas en minutos. En la práctica, es una encuesta inmediata sobre el potencial de ventas, una herramienta para definir precios, piedras, variaciones de color y formas, una forma de seleccionar la oferta y comprender cuál podría ser más exitoso, aún más cuando no está realmente seguro de objeto creado Y también hay quienes usan las redes sociales para explicar cómo usar pulseras y anillos para superponerse, combinando formas y colores. Por supuesto, la competencia también navega por la red y quizás una nueva técnica o diseño que represente una discontinuidad de producción o un reposicionamiento debe mantenerse oculto, pero la idea básica es involucrar al usuario, especialmente si ya es un cliente. Porque serán los compradores potenciales de las colecciones posteriores. Y saber si los cambios realizados en los productos en curso serán aceptados o no hace la diferencia. Incluso notificarles cuando las piezas están disponibles es una forma de retenerlas.
Por otro lado, ¿qué es más efectivo que un tweet con una selfie de un prototipo o una frase que recuerda el tema de la nueva producción, o incluso pedir sugerencias sobre lo deseado? Siempre que tenga seguidores, por supuesto. Algunos incluso publican fotos de la vida personal mezcladas con el trabajo, para que los que los siguen se sientan parte de la empresa. Se podría argumentar que esto corre el riesgo de ser excesivamente influenciado, que escuchar demasiado al mercado cuando se trata de creatividad puede sofocar la inspiración que primero garantizó el éxito. Como en todas las cosas, se necesita equilibrio, pero si lo hay, una vista previa solo puede traer resultados positivos. Pero, tenga cuidado, las críticas son igual de inmediatas, y es precisamente por esta razón que las plataformas en línea deben seguirse diariamente y administrarse con constancia y transparencia, sin censura. Después de todo, se utilizan para ajustar el tirón e influir en las ventas de mañana hoy. Monica Battistoni
