Watches and Wonders Geneva cerró sus puertas con un récord de asistencia: más de 55.000 visitantes, un 12% más que el año pasado. Las cifras de la feria dedicada a la alta relojería recuerdan a las de Baselworld, a la que sustituyó: 6.000 representantes de minoristas (+5%), 1.600 periodistas (+7%) y 23.000 entradas vendidas en días abiertos al público (+21%), con 43.000 pernoctaciones en hoteles (+17%) y 12.000 encuentros con minoristas (+21%). En resumen, un éxito que eclipsa el difícil momento de la relojería suiza y la pesadilla de los aranceles.
Watches and Wonders se ha consolidado no sólo como una cita interprofesional imprescindible, sino también como plataforma de expresión para las Maisons relojeras. El evento ofrece a cada uno de ellos la oportunidad de expresar visualmente su universo, ver y lucir hermosas creaciones y compartir una pasión común. Medio, médium y mediador.
Cyrille Vigneron, presidente de la Fundación Watches and Wonders en Ginebra
Durante la semana de Watches and Wonders, se presentaron muchos productos nuevos. Entre ellos, destacan los de alta joyería combinada con relojería: modelos dirigidos al público femenino de una calidad excepcional. Otra tendencia es la reducción de los tamaños maxi, mientras que ha habido una proliferación de relojes esqueleto, lo que también refleja la fascinación por la ingeniería de precisión.
Los organizadores también destacan la participación de numerosas celebridades como Simone Ashley, Usain Bolt, Roger Federer, Carl Lewis y Hans Zimmer. Además, casi 10.000 jóvenes pudieron descubrir el saber hacer relojero asistiendo al Salón o mediante visitas a escuelas, presentaciones de formación profesional y cualificaciones para SwissSkills 2025. El esperado programa In The City también fue un éxito, con talleres y visitas guiadas que se agotaron rápidamente.
