Los anillos tipo chevalier eran usados en el pasado por nobles (a menudo analfabetos) que usaban la joya para grabar el escudo de armas de su familia en el lacre que sellaba la correspondencia. Con el tiempo se han convertido en simples adornos y de una joya típicamente masculina ahora también lo llevan las mujeres. Estos anillos, no impropiamente llamados signet (de sello), se caracterizan por tener una superficie más grande, que alberga un grabado, o una piedra. La marca española PdPaola propone este tipo de anillo en una versión que, en cierto sentido, es una vuelta al origen.
Los anillos, de hecho, se pueden personalizar grabando una letra en el metal, y así convertirse en un sello de pleno derecho, aunque difícilmente se utilizarán para sellar cartas diplomáticas. Alternativamente, por supuesto, la superficie del anillo puede permanecer sin cambios. El anillo Lace tiene una superficie blanca enmarcada por un óvalo y está realizado en plata con baño de oro de 18 quilates. El octeto, en cambio, tiene ocho caras y utiliza siempre los mismos materiales, plateados.