Las joyas familiares a menudo también se convierten en un legado profesional. Como en el caso de Alice Basteguian, quien junto a su hermano Pierre decidió continuar el negocio familiar en el campo de la joyería. Hermano y hermana, después de conocer los secretos del oficio de su padre, diseñador y también orfebre, fundaron una marca de joyería con sede en Los Ángeles, Alice Pierre, que usa sus nombres. Las joyas propuestas están realizadas en oro de 14 kilates, y aunque el segmento de mercado de este tipo de adornos está bastante concurrido, la pequeña Maison logra destacar con un diseño original.
Según el fundador, los anillos, collares y pulseras se inspiran en la joyería antigua, la arquitectura y los motivos étnicos. Algunas joyas usan una superficie satinada, otras brillantes. Predominan las joyas de oro, aunque algunas están adornadas con piedras como diamantes y turquesas. Una filosofía estética que, enfatiza Alice, fue sugerida por un anillo vintage hecho a mano por su abuelo, el primer joyero de la familia.