Las pequeñas obras maestras de Scala Gioielli, el virtuosismo del orfebre en Marcianise ♦ ︎
Italia es el país con una economía avanzada que tiene los porcentajes más altos de las empresas familiares. Esto también es cierto en la joyería y es también por qué abundan pequeñas artesanías excepcionales, mientras que carecen (con pocas excepciones) de grandes especímenes como el francés Maisons. Un ejemplo es Scala Gioielli, una empresa con sede en el Centro Orafi en Marcianise, Caserta. Nacido en 1980 en Nápoles por iniciativa de Eduardo Scala, es dirigido por el fundador de la compañía, por su esposa Caterina, y por sus hijos Luca, Daniele y Alessandro. Casi 40 años han pasado, pero la compañía continúa sosteniendo la bandera de la artesanía de la calidad alta.
Como se puede esperar de una marca que trabaja en el área de Nápoles, Scala Gioielli sobresale en el arte de la transformación de corales. Las pulseras, los collares elaborados, los colgantes que son pequeñas esculturas son parte del catálogo de la Maison. Pero no sólo: Scala Gioielli sabe producir piezas de sorprendente virtuosismo de orfebre. Por ejemplo, el broche de oro blanco de 18 quilates con diamantes, esmeraldas, zafiros y rubíes, con el cuerpo central del broche de pájaro hecho de una aguamarina brasileña. O en el broche veneciano Moro, en oro amarillo y oro blanco de 18 quilates, con busto de ébano rodeado de brillantes diamantes cortados, esmeraldas y zafiros coloreados. Una pequeña obra maestra.